Ben y Barbara llegaron desde Londres para disfrutar de un poco de aire fresco primaveral de los
Cárpatos. El momento no podría ser mejor. El vivo verde era una delicia para la vista y los sonidos
de miles de pájaros ofrecían una sinfonía en la naturaleza. Su visita se superpuso con la Pascua
ortodoxa, por lo que también tuvimos la oportunidad de probar y vivir algunas de las tradiciones
rumanas.
Huevos coloreados de la Pascua Ortodoxa de Rumania.
Pasamos dos días montando juntos. El primer día hubo previsiones de lluvia, así que hicimos un
recorrido de media altitud, en las colinas que rodean el valle Bargau al oeste de las Montañas
Calimani. Los últimos días de lluvia transformaron cada centimetro de tierra en un barro
resbaladizo. Pero montar en él era una verdadera diversión y un buen ejercicio para mantener el
equilibrio. La lluvia se detuvo cuando comenzamos a pedalear y la temperatura era perfecta para
montar.
Una enorme alfombra de ajos de oso (Allium ursinum) cubría el suelo del bosque. No pudimos
resistir la tentación de probar algunos. ¡Deliciosos!
Y comienza el espectáculo.
El segundo día nos desplazamos hacia los montes Rodnei. Después de pasar una agradable noche
en el paso fronterizo de Tihuta, condujimos asta la antigua mina de Sant. Después de unos
kilómetros de subida sobre nuestras bicis echamos pie a tierra para alcanzar la cresta. Admiramos
los picos más altos de las montañas de Rodnei todavía cubiertos de nieve y luego iniciamos un
largo descenso por senderos asta llegar de nuevo al pueblo de Sant.
Montañas de Rodnei, vista desde Tihuta Pass, por la mañana temprano.
En la mañana de Pascua, los niños, vestidos con ropa tradicional están recolectando huevos de
color rojo de los aldeanos.
Sólo un poco más.
Divertirse. Esto es de lo que se trata en el MTB
La elección de la mejor trazada en el jardín de rocas.